Las joyas en el vestir de nuestras imágenes

Broche pectoral de oro perteneciente al ajuar de la cordobesa Virgen del Carmen de Puerta Nueva, obra de Francisco Galindo en 1763.

 

Cruz de carey y plata de la Virgen del Amor de Málaga. Fue realizada en 1938 con restos de la antigua cruz procesional del titular de la Hermandad, Jesús El Rico, destruida el 12 de mayo de 1931. En esta fotografía, se encuentra colocado en la cinturilla.

 

La cruz pectoral de María Stma. del Refugio de la Hermandad de San Bernardo. Es su joya más preciada, singular y significativa. Se ha dicho que los diamantes, brillantes y rubíes que lo conforman fueron donados por la viuda de Alejandro Pérez Lugín. Dicho periodista, escritor y cineasta, entusiasta de la Hermandad de San Bernardo de Sevilla, nació en Madrid en 1870. Alcanzó notoria celebridad por sus artículos de temática taurina y, también, por su novela Currito de la Cruz (1921), llevada al cine por el propio autor, en la que deja constancia de sus conocimientos tauromáquicos. Sabido es que la corporación de San Bernardo se conoce, popularmente, como “la de los Toreros”, por ser la que más taurinos ha tenido en su nómina de cofrades. Ello justifica la afirmación de que las piedras procedan de su viuda, tomadas del legado que Elvira Consuelo Sanz realizó tras la muerte de su marido en 1926. Sin embargo, en tal documento, como puede comprobarse, no figura ninguna alhaja con rubíes. Revelamos ahora que fueron adquiridos por el taller del engastador Antonio González Rosso (1907-1962), ubicado en el segundo piso de la casa n.º 2 y 4 de la calle Deán López Cepero de Sevilla. En ese obrador hispalense se montó la cruz pectoral de la Virgen del Refugio de San Bernardo. Los rubíes, en particular, se compraron, en Barcelona, a la casa Colay S.A., distribuidor mayorista de piedras para joyería. Consta documentalmente que se adquirieron cincuenta y cuatro rubíes por un precio de 2.700 pesetas. El engaste de todas las piedras se elevó a 648 pesetas. Los 20,47 gramos de oro de ley costaron 1.125,80 pesetas. Y la hechura general de la pieza se alzó a las 3.375 pesetas. El montante total de tan rica presea supuso para este obrador un gasto final de 7.848,80 pesetas.

Antonio González Rosso, natural de El Puerto de Santa María (Cádiz), era cofrade de la Hermandad de San Bernardo. Ingresó en la misma el 1 de marzo de 1944. El engastador asumió el pago de tales materiales y de los trabajos efectuados. Y lo hizo, como hermano de la corporación, con la fervorosa devoción profesada a María Stma. del Refugio, que en aquellos años apenas poseía joyas propias para la salida procesional de cada Miércoles Santo. Mencionemos al respecto que el 4 de mayo de 1958, José Belloso Gallego, que ese día fue elegido Diputado de Cultos, “propone al Cabildo que al hacer Estación de Penitencia nuestras Sagradas Imágenes tan solo lleven aquellas alhajas que sean de la exclusiva propiedad de la Hermandad”. La iniciativa fue apoyada por Antonio Filpo Stevens, teniente de hermano mayor; y por el cofrade Antonio Palacios. Se aprobó por unanimidad “que sólo luzcan nuestras Sagradas Imágenes las alhajas y efectos, en general, que sean propios de la Hermandad”.



La iniciativa de la elaboración de la cruz pectoral de la Virgen del Refugio partió no de un prelado, sino del referido Sr. González Rosso, hermano de la cofradía, quien diseñó la pieza y realizó el engaste de las piedras preciosas. Por entonces, era Hermano Mayor de San Bernardo el célebre matador de toros Manuel Vázquez Garcés (1930-2005), con quien el engastador mantuvo amistad. El torero fue elegido como tal el 4 de mayo de 1958, tomando posesión del cargo el día 22 de julio del año en curso. Tras su mandato, fue nombrado Hermano Mayor Honorario el 5 de mayo de 1963. Manolo Vázquez, en los momentos de la elaboración del pectoral, propuso una serie de reformas para enriquecer el patrimonio artístico de la hermandad. Entre ellas, el dorado del paso del Stmo. Cristo de la Salud, realizado por Francisco Ruiz Rodríguez que se estrenó en 1959; y su iniciativa, en 1961, para que “a ser posible sean dorados para el próximo año los respiraderos del Paso de la Santísima Virgen, como asimismo el dorado de jarras y demás que necesite el paso”.

En esa política de mejoras patrimoniales se inscribe la realización de la cruz que historiamos, cuyo estreno estaba pensado, precisamente, para 1962. Pero, por desgracia, la muerte sorprendió al engastador González Rosso el 6 de marzo del referido año, antes de poder hacer entrega del pectoral a su venerada Dolorosa. En Junta de Oficiales del 2 de abril, “Por iniciativa de nuestro Consiliario 1º D. Antonio Cueto Sánchez, se acuerda que la túnica nº 60 perteneciente a nuestro Hermano D. Antonio González Rosso (q.e.p.d) sea reservada sin que se entregue a ningún otro hermano, en prueba de respeto a la memoria del gran hermano fallecido”. Hubo de ser su viuda, Justa Moreno Buenafé (1927-2011), quien llevara en mano la alhaja hasta las dependencias de la hermandad poco después del óbito de su marido. En efecto, como muestra de consideración y agradecimiento a la generosidad de su difunto esposo, y en recuerdo de su memoria, la corporación hizo entrega de dos obsequios a la Sra. Moreno Buenafé.

El 15 de mayo de 1962 se reseñan dos gastos en el Libro de Cuentas n.º 54: el primero, de 500 pesetas, en concepto de “2 marcos dorados fino Vda. González Rosso”; y el segundo, de 400 pesetas, por “2 fotos ampliaciones grandes para los / marcos; regalo Vda. González Rosso”.

Poco después, el 3 de junio de ese año, se confirma esa donación: “La Junta de Gobierno propone que por agradecimiento que embarga a esta Hermandad hacia nuestro Hermano fallecido D. Antonio González Rosso por el estupendo arreglo de la Cruz de la Santísima Virgen, regalar a su viuda una fotografía con su marco de cada una de nuestras dos sagradas imágenes. Esta proposición también se aprueba por unanimidad”. Ambos presentes son conservados por las hijas y herederas del matrimonio González Moreno.

Además, el segundo regalo consta también en el mencionado Libro de Cuentas n.º 54. El 14 de diciembre de 1962 se reseña un pago de 250 pesetas como “Obsequio lotería Vda. de González Rosso”. Dos días antes, el entonces teniente de hermano mayor, Antonio Filpo Stevens, en nombre de la Junta de Gobierno, afirma en carta a la viuda del engastador que este último agasajo se efectúa “como recuerdo a nuestra imperecedera gratitud”. Es de suponer que la cruz pectoral iba a ser estrenada el Miércoles Santo 10 de abril de 1963, año en que se conmemoraba el vigésimo quinto aniversario de la primera salida procesional de la Virgen del Refugio. En la mañana de ese día, SS.AA.RR. los príncipes D. Juan Carlos de Borbón y D.ª Sofía de Grecia, reyes de España desde 1975 a 2014, visitaron el templo parroquial de San Bernardo para admirar los pasos y las imágenes titulares de tan señera cofradía sevillana. No obstante, a consecuencia de las desfavorables condiciones del tiempo, la hermandad acordó en Cabildo Extraordinario no hacer estación de penitencia, debido a los intermitentes chubascos previstos para esa misma tarde.

Después de esa fecha, el pectoral aparece en todos y cada uno de los inventarios de la corporación de San Bernardo:

- Así, en el Inventario de las Alhajas existentes en la caja de alquiler del Banco Central de Sevilla, fechado el 4 de julio de 1973, figura con el n.º 1 como una “Cruz de brillantes, diamantes y rubíes, montada en oro”.

- El 12 de octubre de 1979 se data el siguiente inventario, en cuyo apartado de Alhajas se especifica que se deposita, en la Caja de Alquiler n.º 279 del Banco Central-Oficina Principal, “Una Cruz pectoral de brillantes, diamantes y rubíes montada en oro”.

- En el inventario de 30 de junio de 1995 se halla en el apartado “X. Alhajas y otros enseres de valor”, con el n.º 10.5, como “UNA CRUZ PECTORAL, con dos brillantes grandes, ocho brillantes pequeños, rubíes y diamantes montados en oro. (G)”.

- Y, por último, en el inventario de 23 de junio de 2003 se repite la información anterior. Aquí se encuentra en el apartado “11. Alhajas y otros enseres de valor”, subapartado “11.3. Cruces pectorales”.



Desde el punto de vista morfológico, el pectoral que catalogamos presenta forma de cruz latina. Mide 90 x 57 x 5 mm. Está montado sobre una estructura de oro de ley, que contiene un broche central y dos cogidas laterales. Es preciso apuntar que, al prescindir del cordón o cadenilla, no se trataría formalmente de una cruz pectoral tal como ha sido descrita, sino de un broche en forma de cruz. En su cara principal, el perímetro de la pieza se enriquece con cuarenta y dos rubíes talla baguette, más doce que conforman los cuatro resplandores tripartitos ubicados en la intersección de los brazos. Se corresponden, así, con los cincuenta y cuatro rubíes reseñados de la familia González Moreno de Sevilla, aludido con anterioridad. Sus medidas son 2 mm de ancho y 5 mm de largo. Un diminuto perlado perfila la cruz en su parte interior. Esa zona se embellece en su totalidad con diamantes de distintos tamaños y tallas. Los diamantes corresponden al color G, según la clasificación alfabética del Instituto Gemológico Americano (GIA), es decir, al color blanco extra, que es prácticamente transparente. El stipes o palo vertical se decora con ocho circunferencias, de las cuales, la superior y la de la cruceta están formadas cada una por un solo diamante talla brillante de 6 mm de diámetro. La de la cruceta queda circundada por un anillo de oro blanco. Las otras seis circunferencias la integran nueve diamantes de 2 mm de diámetro cada una. El patibulum, por su parte, se ornamenta con dos sugerentes lazos. Este tipo de lazada fue muy frecuente en el obrador de Antonio González Rosso, como corroboran las joyas heredadas por sus hijas. Dicha circunstancia ratifica la autoría del diseño original de la alhaja que estudiamos.

La presente descripción, datos y análisis de esta pieza proceden de un artículo redactado por el profesor D. Jesús Rojas-Marcos González. Agradezco públicamente a @Jesus el haberme facilitado dicho documento.

 

Pectoral de joyería de la Virgen de la Victoria Coronada, patrona de Málaga. Está compuesto por varias piezas de diferente cronología (1700-1850) y materiales. Puesto que la imagen es de talla completa y lleva sin revestirse décadas, no es un conjunto que pueda observarse usualmente, ahora a la vista en la exposición "Regina Et Patrona": la imagen icónica de Santa María de la Victoria.

Fotografía propia


Enviado desde mi 2201117TY mediante Tapatalk

 

Rostrillo de la Virgen de las Nieves de La Palma (Canarias). Se trata de uno de los joyeros más completos y homogéneos que se conservan en el país, integrado además por una extensa documentación asociada a las alhajas. Este ajuar comenzaría a formarse a partir de 1574, cuando se recoge una primera donación procedente de las Indias consistente en un viril de oro. En 1602 se añadirían una corona de oro puro y esmaltes, además de otras piezas importantes, como n papagayo de oro y esmeraldas, enviados desde Nueva Granada. Las donaciones serían significativas, lo que nos da idea de la posición social alcanzada por algunos de los isleños afincados en las provincias españolas al otro lado del océano. Una de las piezas más singulares y valiosas la encontramos en el rostrillo de la Señora.



Fue realizado en 1770 bajo la premisa de ejecutarlo “aprovechando las perlas y joyas inútiles por la antigüedad de su hechura o por tenerlas duplicadas”, según consta. Además, se solicitaron a los devotos de la Virgen la entrega de rubíes, diamantes o topacios “para que las interpolaciones de unas (piedras) con otras hagan resaltar más los brillos de todas ellas”. Este rico rostrillo es un conglomerado compacto de oro, perlas y esmeraldas, fabricado con numerosos chatones de sortijas y rosas de pecho -joya de forma redondeada que adquiere su nombre por semejarse a la flor-, al que le han dispuesto un collarete de oro esmaltado rodeando el ovalo de la cara. Se trata de una pieza magnífica que corresponde el característico rostrillo canario de luneto semicircular que está en absoluta consonancia con el resto de las piezas de este espectacular joyero mariano.

 

Un pequeño apunte, la Virgen de las Nieves es de la isla de La Palma, no de Las Palmas de Gran Canaria, capital de la provincia homónima y de la isla de Gran Canaria.

 

Broche con forma de sol de la Esperanza de Málaga. Es una obra de Manuel Fenoll bajo diseño de Eloy Téllez, realizada en oro blanco y en su color, diamantes, nácar y perlas, que luce la Virgen en su vientre como símbolo de la expectación (información: https://x.com/gaudentes_spe/status/1957378070257574117).






Fotografía: Iván López Molina

 

Rostrillo de gala de la Virgen de Araceli Coronada, patrona de Lucena, obra de Francisco Bermúdez en 1765. Su ejecución costó 80271 reales y se entregó, además, una gratificación de 1500 reales. Sus hechuras se tasaron en 21000 reales (información: https://virgendearaceli.net/patrimonio/).

 

Barco de la Virgen de Consolación de Carrión de los Céspedes, obra del siglo XIX. Es un símbolo de su advocación, imitando a la patrona de Utrera.

 

Traigo por aquí algunos de los rostrillos más importantes del ajuar de la Virgen de Gracia, patrona de Carmona.

Rostrillo en oro y esmeraldas de procedencia indiana, donación de Francisco Rivera en 1680


Rostrillo de plata dorada, repujadas y cinceladas con perlas y esmeraldas, fechado entre los siglos XVII y XVIII.


Rostrillo de plata y brillantes, realizado a principios del siglo XIX.


Rostrillo del Año Santo Jubilar 2024, obra de El Oribe bajo diseño de Manuel Ballesteros Rodríguez. Realizado en plata de ley chapada en oro con topacios naturales, perlas y cristal, tomando como inspiración el “traje de perlas”. Sobre la frente se dispone un lucero de ocho puntas, símbolo de la ciudad, y en los flancos laterales se descubren dos grandes crisantemos y roleos de hojas que convergen en la corbata o corbatín, símbolo característico de los rostrillos de la Virgen de Gracia.


Información: https://cofradestrespasos.blogspot.com/2012/07/tesoro-de-la-virgen-de-graciapatrona-de.html ; web de la Hermandad

 

Tenía previsto publicar una reseña sobre el rostrillo de brillantes, por lo que añado más detalles sobre el mismo. Se trata de la pieza que suele usar en las grandes festividades. Sería donado por María del Carmen Briones en el año 1815. Es una joya calada, cuajada de diamantes, con roleos que giran alrededor de un óvalo acorazonado. Posee nueve grandes florones con finos pétalos y centros de chatones de diamantes de importante tamaño. Se remata su parte baja con una pieza colgante móvil que se inspira en los lazos de pescuezo o corbatas, muy difundidos en el siglo anterior. En su parte más alta, presenta el anagrama de María coronada. Posiblemente se trate de la joya más efectista y llamativa de todas las que la Virgen tiene en su rico joyero, también uno de los más interesantes e importantes del territorio nacional.

 

Gracias por la información extra, es una pieza impresionante sin duda

 

Hablemos ahora entonces del original, del galeón de la Virgen de Consolación Coronada, patrona de Utrera. Realmente se trata de un exvoto, ofrecido por los tripulantes del navío “Veracruz", concretamente por su capitán, Rodrigo de Salinas. Es pequeña nave, perfumador, realizada en oro y cristal de roca que data de 1579. Las hipótesis indican que en un primer momento el barquito estaría proyectado con la idea de que colgara de la cintura de la Virgen, por lo que no es hasta el siglo XVII, cuando se realizan diversas modificaciones para que la pieza ocupe la mano de la imagen. En cuanto a su autoría, los autores de «Una Nao de oro para Consolación de Utrera», Salvador Hernández y Julio Mayo, explican que es plausible que saliera del taller de Juan de Arfe.

 

Detalles del enjoyamiento de la Virgen de la Angustia de la Hdad. de los Estudiantes este pasado Martes Santo.

 

Precioso, ya solo falta que salgan.

 

Para que no se rompan hombre.

 

O se pierdan en una levanta.

 

La Santísima Virgen Madre de la Divina Gracia estrenó este año un broche pectoral con pedrerías de circonitas y perlas cultivadas, obra de la joyería El Toisón. Donación de varios hermanos.

El Sábado de Pasión también lucía rosa de coral, gargantilla de oro blanco, anillo de plata de ley con piedras cultivadas y circonita, tul de seda y pañuelo de Bruselas del siglo XIX.

 

Broche pectoral realizado en plata de ley sobredorada, circonitas y aguamarina realizado por Juan Robles para la Virgen de los Dolores de la Palma del Condado; el broche reproduce el escudo de la Orden Servita y fue donado por unos devotos esta pasada cuaresma.



Fotos: Juan Robles y Hermandad

 

Corazón traspasado de la Virgen de los Dolores de Osuna. Fue realizado en 1763 en plata sobredorada.