Décima Cuarta Estación Jesús colocado en el Sepulcro Con cien libras de mixtura (medicamento compuesto por varios ingredientes) ungen el Cuerpo llagado, que con vendajes ligado dejan en la sepultura, tallada en la peña dura. Por la Santa Eucaristía, un sepulcro Madre mía, quiero yo ser, como Vos, viviendo solo por Dios, con Jesús y con María. También mi alma es sepulcro de Jesús en la Santa Comunión. Haceos, Señor, en ella un sepulcro todo nuevo, purificándola de sus manchas, y no permitáis que en adelante vuelva a daros más la muerte con mis pecados. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Décimo Quinta Estación La Resurrección de Jesús En aquel tiempo: María Magdalena y María madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y partiendo muy de madrugada el Domingo, o primer día de la semana, llegaron al sepulcro salido ya el sol. Y se decían una a otra: ¿quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro? Mas echando la vista, repararon que la piedra estaba apartada, la cual era muy grande. Y entrando en el sepulcro o cueva sepulcral, se hallaron con un joven sentado al lado derecho, vestido de un blanco ropaje, y se quedaron pasmadas, pero él les dijo: No tenéis que asustaros, vosotras venís a buscar a Jesús Nazareno, que fue crucificado: ya resucitó; no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron. Pero id y decid a sus discípulos, y especialmente a Pedro, que él irá delante de vosotros a Galilea, donde le veréis, según lo que os tiene dicho. Pater noster, qui es in caelis. Sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem. Sed libera nos a malo. Ámen Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Viacrucis: En el Templo de San Gil, donde estuvo la Macarena hasta 1949 durante casi tres siglos … hay unos azulejos preciosos que representan el Viacrucis realizado por Cerámicas Santa Ana en 1937.
Primera Estación Jesús es condenado a muerte Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, que quisiste ser condenado a muerte por mis pecados, para que yo fuese perdonado de ellos; te suplico me perdones en vida mis culpas, y en el juicio me absuelvas de las penas eternas. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Segunda Estación Jesús toma la Cruz Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Señor mío Jesucristo que con tanto ánimo tomaste en tus hombros la cruz; te suplico me des resignación y ánimo para llevar la merecida cruz de mis trabajos por tu amor. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Tercera Estación Jesús cae por primera vez Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Jesús mío Jesucristo, cuando yo caiga desfallecido y sin ánimo para cumplir mi deber, te ruego me levantes y reanimes con tu gracia para seguir con mi cruz cumpliendo tu santa voluntad. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Cuarta Estación Jesús encuentra a su Santísima Madre Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, en la calle de la amargura envíame el consuelo de encontrar a tu Madre, que con su presencia tendré más ánimo. Y Vos, Madre mía, perdonadme y no os apartéis de mí. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Quinta Estación Jesús es ayudado por el cirineo Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo te suplico que me des la gracia de ser Cirineo de los pobres, afligidos y necesitados, aliviando sus penas, y que Tú seas nuestro Cirineo para perseverar hasta el final. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Sexta Estación Jesús encuentra a la Verónica Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, te suplico grabes en mi corazón aquella imagen que dejaste a la Verónica en el lienzo, para que teniendo presente lo que Tú sufriste por mí, me anime a sufrir también yo algo por Ti. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Séptima Estación Jesús cae por segunda vez Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, te suplico que cuando yo caiga segunda y muchas veces en mi camino, no me dejes, no me abandones caído. Levántame y ayúdame para que siga adelante con mi cruz a tu lado. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Octava Estación Jesús habla a las hijas de Jerusalén Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Jesús mío Jesucristo, que a pesar de ser árbol florecido y fructuoso, tan duramente fuiste castigado por mis culpas; dame tu santo amor, temor y resignación, para que, pues soy tronco árido y leño seco, sufra con paciencia lo que tu Providencia permita. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Novena Estación Jesús cae por tercera vez Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, yo te suplico que, si es posible, me libres de las grandes tribulaciones y cruces; más si tu voluntad lo permite, auxíliame con tu gracia y levántame en mis desmayos con tu amor. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Décima Estación Jesús es desnudado de sus vestiduras Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, te suplico me concedas conformidad con la pobreza, y no aferrarme a los bienes de esta vida, de modo que me despoje al menos de lo superfluo y lujoso por Ti y por los pobres. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Undécima Estación Jesús es crucificado Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, aunque estás en la cruz humillado, ajusticiado, deshecho, eres mi Dios, mi Rey y mi Redentor. Como a mi Dios te adoro con viva fe; como a mi Rey, te saludo y ofrezco cuanto poseo; como a mi Redentor, te amo y te consagro todo mi corazón. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Duodécima Estación Jesús muere en la cruz Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, que en la cruz mueres por mí. Concédeme vivir y morir por Ti, como Tú viviste y moriste por mí. Dame una buena muerte: morir en tu amor; morir en tu gracia; morir en tu cruz contigo. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Decimotercera Estación Jesús es bajado de la Cruz Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, muerto y deshecho por mí; yo venero tu santo y divino cuerpo reclinado en los brazos de tu Santa Madre, y te suplico me concedas un vivo dolor de mis pecados y gracia para enmendarme. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Decimocuarta Estación Jesús es sepultado Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, te suplico me concedas la gracia de morir de tal manera, que por haber participado de tu pasión pueda al expirar participar de tu gloria en tu Resurrección. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén
Decimoquinta Estación La Resurrección del Señor Te adoramos Cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo Señor mío Jesucristo, por tu Pasión llegaste a la Resurrección, te ruego derrames sobre nosotros tu gracia, para que, por intercesión de la Virgen Santísima, alcancemos también nosotros, después de haberte seguido, la gloria de la resurrección. Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén