Mi historia es muy rara, que creo que le habra pasado tambien a mucha personas. Yo soy de Castilleja de la Cuesta, pueblo donde hay dos hermandades con un gran pique entre ellas, La Plaza (la hermandad de mi madre) y la Calle Real (la hermandad de mi padre). Desde chiquitito a mi encantaba la Semana Santa, iba con mi abuelos materno a los cultos de la Plaza y mi padre me llevaba a los de la Calle Real, llegaron mis 5 años y yo queria salir de nazareno pero existia un gran problema en cual hermandad salia ya que yo no era de ninguna porque estaba hecho un lio, todavia no me habia decantao por ninguna, asi que decidieron que me hiciera hermano de San Gonzalo y sali de nazareno llevo saliendo en esa hermandad 13 años ya. Pero en mi familia sucedio una cosa cuando tenia 7 años, mis padres se separaron, y como de costumbre me fui a vivir con mi madre, lo que hizo que ya me inculcaran ser "Placeño" sobre todo mis abuelos a los que le debo mi corazon "Placeño".
Ya tenía yo devoción por el cristo del carmen de la calle Feria. A mi novia, con la que llevo escasamente dos años también le gustaba. Eso hizo que ambos nos hermanásemos.
Mi madre y su familia son cruceros aunque no todos son hnos. la familia de mi padre jesuítas y siempre me han intentado inculcar que sea jesuísta (todos menos mi padre jeje). Y al final crucera, nadie me dijo nunca que me hiciera de esta hdad., pero es que yo que se es un sentimiento hacia esas dos imágenes que no tiene palabras. (las hdades a las que me refiero son de La Algaba)
Ella me llevó a su altar. Fueron demasiadas casualidades para no ser causalidades. Me llevó precisamente a donde Ella quiso y en el momento en que más la necesitaba, y la necesitaba encontrar así... dulce, sencilla, íntima, tan cercana que puedo tocar su manto con mis dedos, en la penumbra de su convento franciscano, silencioso, recogido, sobre todo... tan recogido... tan íntimo. Fueron, como digo, muchas casualidades... desde siempre... muchas realidades en que, al cabo del tiempo, vi cuánto había puesto Ella de su mano. El principal caldo de cultivo fueron mis años en Calasancias, en los cuales comenzó mi devoción a la Divina Pastora de las Almas. El detonante que me hizo encaminar los pasos a San Antonio, la curiosidad, un Miércoles Santo lluvioso y un comentarista de radio que tan sólo la nombró. Después de llegar a San Antonio, y verLa, tan cercana, tan dulce, tan Madre... La Pastora de San Antonio es, seguro que los que la habéis visto pensáis como yo, una Virgen Madre, en la plenitud de sus años... que delata en la profundidad de su mirada que ya sabe de la vida. Que la vida ha pasado por Ella dejando su marca de experiencia y de sabiduría... sólo de sabiduría... qué paradógica quimera para el resto de los mortales... sin romper su inocencia en ninguno de sus embites. Inmaculada, en el amplio sentido de la palabra, pese a tantos puñales clavados en el pecho. Tan de Gloria... pese a todo, pese a tanto... Mirándola parecía como si aquella Virgencita Niña a la que rezaba siendo yo también una niña en Calasancias, hubiera crecido conmigo, en mi interior, para mí... para seguir siendo Madre, y protectora... ahora frente a otros lobos... que no conocía en mis años de colegio. Quizá por eso, en vez de verla extraña, como la primera vez que la veía, me pareció haber estado frente a Ella toda la vida. No era, como la solícita Pastora Primitiva, o la guapa Pastora trianera, vicaria de aquella a la que tantas veces había acudido. No era vicaria... Era. Era la Pastora, sin más aditamento... la consecuencia de aquella devoción infantil y del paso del tiempo con sus batallas perdidas y, a veces... pocas veces... ganadas. Hago mía esa sevillana que los Romeros de la Puebla dedicaron a la del Rocío, en que decían que "el que ha visto alguna vez a la Virgen desde cerca no puede volverse atrás, aunque los tiempos se vuelvan". Faltó muy poco en mi vida para que se volvieran los tiempos... y Ella fue mi único baluarte, mi adicción, mi flotador... Si la religión es, como decía aquel pensador, opio para el hombre... yo no lo discuto ni lo afirmo, pero si eso es cierto, Ella fue la dosis diaria de alivio para esa herida, esa enfermedad dolorosa hasta el grito, que no es posible soportar sin opiáceos. Hoy, como siempre, sé que Ella está ahí... Que sabe, que conoce, que no guía dando palos de ciego. Que no es poderosa, al menos aquí en la Tierra, pero su sencillez y su cariño pueden tanto... Y que donde esté mirará con la misma dulzura que la Pastora de San Antonio... con la misma profundidad de su mirada. Que nos proteje y nos brinda cariño con la ternura de la caricia de su mano, y que guarda cada momento, cada oración, por desesperada que sea, con la dulzura con que alguien (sabrá Dios quién) esculpió la mano en que la Pastora recoge ese ramo de flores, o esa humilde rosa... aunque tenga espinas. No adoro un trozo de madera... pero sé, porque lo siento, que Ella, la que no cabe entre La Gavidia y el río... está ahí... conmigo y con todos, y se parece, en todo eso... quizá en más cosas que yo no veo... o que aún no veo... a esa imagen que venero en San Antonio. Por eso soy hermana de mi Hermandad, concretamente de esa, no de otra... aunque nunca viví bajo la sombra de la mora y cristiana que parte el cielo de su barrio en dos mitades. Saludos pastoreños. da_ca_sa
Pues... una porque aparte de que toda mi familia materna ha pertenecido y pertenecen a la misma y la otra porque desde que nací siempre me ha hablado mi padre de ELLA, pero a pesar de eso... las DOS las llevo dentro. Saludos
En muchos casos heredamos la hermandad de nuestros mayores. Pero aun así, que sepais que no somos nosotros quien elegimos, sino nos eligen ellos a nosotros. Yo no heredé, mi generación fue la primera en Sevilla, a mi me conquistaron. Me conquistó un barrio, que consiguió provocar el escalofrío en mi cuerpo cada vez que cruzaba sus fronteras. Me conquistó un capataz, Don Manuel Santiago, hombre que hizo que brotaran mis lágrimas de emoción sin poder ir a sus órdenes. Me conquistó un patio de parroquia, me conquistó un solo de trompeta rompiendo el silencio del Parque de Maria Luisa. Me conquistó un manto blanco de purísima Inmaculada. Me conquistó un Cristo moreno, EL MORENO, con sus ojos, refleando sufrimiento, y esperanza. Me conquistó la Hermandad de la Paz.
Pues yo soy de Monte-Sión por el simple echo de que es algo que ha pasado de padres a hijos en mi familia,y por supuesto porque somos unos enamorados de Monte-Sión.
Soy de dos hermandades. Una es la tradicional, la de toda la vida, la de la familia: la Amargura (por supuesto, la de Jerez). La otra la elegí yo (o quizá no): El Valle (por supuesto, de Sevilla). El Señor con la Cruz al Hombro me tendió su mano y me eligió a mí.
Por tradición familiar, por que Ellos me escuchan cada vez que los necesito..., y por que cuando quiero ir a hablar con Dios o su Madre Bendita, mis pies me llevan solos allí. Saludos
Buenas!! Yo pertenezco oficialmente a la hermandad de Santa Genoveva, aunque no es por tradición familiar, soy del barrio del Tiro de Línea y desde pequeñita adoraba ir a la Iglesia a verlos, pero sobre todo fue mi ilusión y afán por conocerlos más de cerca lo que me hizo hacerme hermana de esta, para mí, magnífica hermandad de barrio (con sus cosillas...como todas jeje) Pertenezco tanto a su coro, como al grupo joven y me siento muy agusto con mis hermanos los que me han brindado confianza, apoyo y muchísimos momentos de lucha y alegriiaa ^^. Después estoy en trámites de ser hermana de mi gran ESPERANZA, aquella que desde el otro lado del río me guía e ilumina esté donde esté Es algo que llevo desde chica, pero nunca me he atrevido a llegar a tanto, que es lo que veía hasta hace poco... Y por último, esto si de tradición familiar, soy de la Soledad de San Buenaventura: mi abuelo, mis tíos y mis primos han sido penitentes y costaleros de esta acojedora hermandaad. Un saludoo, cofradees!
De la Real Hermandad Servita de La Puebla del Río soy hermano desde que tengo uso de razón. De la Hermandad del Museo realmente no lo sé, es algo que no tiene explicación... creo que en vez de elegir yo la Hermandad, Ellos me eligieron a mí. De la Hermandad de Ntra. Sra. de la Granada por devoción, es la patrona de mi pueblo. De la Hermandad Sacramental por tradición, el Corpus es el día grande de mi pueblo.
Yo soy cofrade de la hermandad de la Flagelación en Segovia desde que vine al barrio, todo era nuevo, el barrio, la cofradía, y sencillamente nos hicimos cofrades porque a mi madre siempre la había gustado la semana santa y vio la oportunidad de pertenecer a una hermandad, así que desde que tengo 8 años lo acompaño y en lo que él me de salud espero seguir haciéndolo. El problemilla es que cada vez me gusta más la semana santa de Sevilla y creo que algún año bajaré a ver la madrugá, y no podré acompañar al mío, pero creo que lo entenderá. Un saludo.
De la Macarena por tradición familiar (la hermandad de mi barrio). De Jesús Despojado, fué algo personal. Me emocionó tanto ver la primera salida que vi en Molviedro...
Porque había una muchacha que me gustaba,me hice hermano de su hdad,conocí la hdad por dentro y le cogí devoción a los titulares. Tiran más dos tetas que dos carretas. :wink: