A la bodeguita Antonio Romero le tengo hecha la X. Los camareros malages y gili.. que los aguante quien quiera pero yo no.
Exacto, exacto, es el polígono San Pablo, perdón por no aclararlo. Buena gente además y buen ambiente tranquilo de personas mayores de barrio, me encanta.
Buenas tardes, tengo anotado diferentes bares de Triana para probar: - La cocina del Traca - Casa Oliva - Malasaña - Casa Cuco ¿Opiniones? Enviado desde mi DN2103 mediante Tapatalk
Alguna recomendación por la zona de Triana? Me han hablado bien de La Parrala y Rinconete y Cortadillo,...
Para desayunar Malasaña me parece una auténtica estafa, me juego algo a que la mayoría de lo que ponen es de Lidl. La cocina del Traca por lo menos hacen las salsas ellos. El Cuco es un templo.
Que pena que cerró el Tutto Gelatto, la heladería que estaba en Samaniego por San José Obrero. El helado de oreo el mejor que he probado y que no encuentro en ningún sitio que lo hagan así de rico. A día de hoy para mi la mejor heladería es el Bolas.
El Blanca Paloma pasó de grandísimo bar de barrio a bar para turistas con tapas en plato enorme y comida pequeñita en el centro. Ya no es ni sombra de lo que fue toda la vida. Es mi opinión.
Triana Bar en San Vicente de Paúl, 6. Bar de barrio con tapas muy buenas y nada caras. Las manitas y la cola de toro están de lujo (no lo digo yo porque no me gustan, pero los que la han probado así lo dicen).
¿habéis ido a la Abacería que ha mencionado Domingo de Ramos en el local de Becerrita? Para saber como está.
Pues ayer, probé una de estas opciones, Casa Oliva y fue una opción acertada. Carta variada y de tapas de toda la vida, buenos precios y buena comida. Además, el 95% de los comensales eran de aquí. Volveré. Enviado desde mi DN2103 mediante Tapatalk
Siempre le he tenido especial cariño a la eterna tasca del barrio de mis padres: El Omaíta (en la confluencia de las calles Amor y Carlos Marx, en el eje Santa Aurelia - La Romería). Bar de los que hace tiempo tenían serrín en el suelo y tiza en la barra, que a día de hoy puede espantar a más de uno pero que si lo que quieres es saborear un tapeo de los de toda la vida, es inmejorable. La especialidad es el solomillo al whisky, receta de la que se decía que hace unos 35 años un afamado restaurador del centro quiso comprar por un millón de pesetas. Hará unos meses que murió de forma repentina el dueño original, pero hoy los hijos siguen con el negocio. No muy lejos de allí, a pie de la cabecera de la carretera de Málaga, está la Bodega Mi Tierra, que sí dio el salto hace unos años a convertirse en un restaurante de los de mesa y mantel. También muy recomendable, aunque lógicamente guarda abismales diferencias con el anterior.