Bueno, 5J..., en algunos les falta hasta que venga el plastiquito pegado a la loncha. Unos con muy buena calidad y otros con el jamón del Mercadona. PD.: Si conocéis algún sitio que por 3.50 te pongan la tostada con 5J avisadme mamones...
Pero de los zumos de naranja no dicen nada. Hace tiempo hablando con un conocido que tenía un bar me dijo que los zumos de naranja tienen unas ganancias altísimas. Compras la máquina que los hace (una inversión que no es grande), luego compras las naranjas que si las adquieres a granel te salen muy baratas y ya está. Sólo tienes que poner las naranjas en la máquina y ella lo hace todo: las corta, las exprime y ya tienes el zumo listo en el vaso para cobrarlo por 2-3 euros.
El ritmo que lleva nuestra ciudad es que en unos años será inviable los desayunos de una tostada con jamón y un zumo. Cada vez todo más globalizado y esto más parecido a irte a un país extranjero y cada vez más el centro de la ciudad más convertido en un circo para turistas. Precisamente cuando salga de España o incluso de Sevilla, lo que más echo de menos son los desayunos. Hace poco estuve en Nueva York y lo más parecido que encontré a Sevilla era un bagel con mantequilla y mermelada más un zumo, por supuesto, ni os digo cuanto costaba. Y no hay que irse tan lejos, hasta en Italia o cosas así, solo puedes desayunar un pastel, un croissant o algo así.
Una vez en un pueblo de Asturias paramos en restaurante de carretera y estaba lleno de albañiles y gente que había hecho su parada en el trabajo, la mayoría con su tercio y un bocata de ternera a la plancha, a las 8 de la mañana. Pregunté por las tostadas y me dijo que tenía para ponerle mantequilla y mermelada, miré al lado y no vi a nadie con tostadas así, me acabé pidiendo el bocata de ternera. Si no puedes con el enemigo únete a él.
Ya que hablamos de desayunar, os recomiendo un sitio que me encanta para desayunar y es castizo de narices, está en San Pablo, bar portería casa Ricardo, la tostada con jamón está genial y a un buen precio.
No está nada mal. Cuando estuve en casa de un amigo alemán, en una aldea en los Alpes, me puso un desayuno bávaro que consistía en chacina variada, mantequilla, panecillos también variados, leche recién ordeñada y cerveza de trigo. Como no me gusta la leche, pues tuve que acompañar la comida con la cerveza...
Efectivamente. Al final he encontrado mis sitios y de ahí no me muevo. No siempre, pero si la mayoría de veces que me salgo de mi "zona de confort" o me sangran o me defraudan.
Soy muy fan de esa calle, pero no tengo controlado, ¿Ramón y sus huevos? no sé cuál es.... (sin hacer mención al posible chiste, que mucho está tardando en caer).
https://www.diariodesevilla.es/sevilla/Abaceria-San-Lorenzo-restaurante-Becerra_0_1856816100.html El dueño de la Abacería de San Lorenzo abrirá negocio en el local del restaurante Becerra Ramón López de Tejada se hace con una de las esquinas más cotizadas para la hostelería sevillana La fachada del antiguo restaurante Becerra. / JUAN CARLOS MUÑOZ (Sevilla) CARLOS NAVARRO ANTOLÍNSevilla, 14 Diciembre, 2023 - 05:00h El empresario Ramón López de Tejada, conocido por dirigir la Abacería de San Lorenzo hasta el pasado mayo, volverá a tener un negocio de hostelería. López de Tejada se ha hecho con el cotizado local del antiguo restaurante de Enrique Becerra, en la calle Gamazo. En mayo tuvo que cerrar su negocio de la calle Teodosio al resultar imposible realizar las reformas a las que le obligaba la Gerencia de Urbanismo. El establecimiento cerró tras 27 años de un éxito basado en un local de varias plantas con un sello muy propio, una cocina muy singular con el plato estrella denominado Los huevos de Ramón y el trato personalizado del dueño a una clientela muy diversa. López de Tejada es un enamorado de su trabajo, un profesional de verdadera vocación, que no ha parado de buscar un local donde seguir ejerciendo su oficio de hostelero. El restaurante Becerra cerró en 2020 tras cuarenta años de servicio tras convertirse en un verdadero ejemplo de la alta cocina andaluza. Enrique Becerra ejerce ahora más que nunca su faceta de escritor. López de Tejada tendrá a su disposición la planta baja y la primera del edificio. Resta por conocerse la fecha de la apertura y el nuevo nombre del establecimiento. La zona es de alta densidad de negocios de hostelería de gran éxito, pues a pocos metros funcionan Trifón, Casa Moreno, Góngora, El Atún y la cervecería Internacional, entre otros. El local del antiguo restaurante Becerra volverá pronto a tener vida tras casi cuatro años sin actividad. Ramón López de Tejada trabajó en el sector de la comunicación antes de ser tabernero. Estuvo en Radio 80 y Antena 3 Radio. Alguna vez ha explicado su evolución: “A mi lo que me gustaba era estar todo el día en un bar, así que monté uno”.
https://sevilla.abc.es/gurme/sevill...a-los-huevos-fritos-201909100700_noticia.html Encontrar un huevo frito en la carta de la hostelería sevillana no es tarea sencilla, una receta tan apreciada por el común de los mortales (al menos en España) y que, sin embargo, ha sido denostada por su sabrosa vulgaridad en la mayoría de establecimientos. En la calle Teodosio del céntrico barrio de San Lorenzo encontramos a un restaurador que, lejos de despreciar este popular manjar, lo mima con esmero e incluso lo bautiza. “¿A quién no le gusta un huevo frito?” Se pregunta Ramón López de Tejada, quien desde la Antigua Abacería de San Lorenzo ha encumbrado a esta corriente (y a la par sublime) elaboración. Atraídos por la elocuencia de su carta, que reza títulos como “Los huevos del abuelo Justo” o “Los huevos de Servando”, GURMÉ se adentra en las entretelas de estas nomenclaturas y descubre que cada una de ellas tiene su particular historia. PUBLICIDAD “Los huevos del abuelo Justo” / Fotos: Tomás Muruaga La primera de las recetas que inauguró esta suculenta sección tiene quince años de recorrido. Se trata de “Los huevos del abuelo Justo”, uno de los clientes que acudía a la Abacería cuando apenas había cocina caliente en el establecimiento. “Pertenecía a una reunión de comerciantes que solía venir con frecuencia y traía sus espárragos, unas chistorras o lo que se les antojara”, explica Ramón. Por aquel entonces eran habituales las tertulias espontáneas que acudían a la Abacería para pasar un buen rato mientras tomaban unas conservas, chacinas o algún guiso por encargo. “Justo me solía pedir unas chistorras con pimientos y jamón y después de ser abuelo completó el plato añadiendo dos huevos fritos, con lo que la receta se quedó con su nombre como no podía ser de otra manera”. “Los huevos de Ramón” Después vinieron “Los huevos de Ramón”, que cogieron fama tan rápido como la pólvora y se convirtieron en una de las recetas más solicitadas por sus clientes. “Un día se me ocurrió poner unos huevos con patatas cocidas en lugar de fritas y las rocié con pimentón como si fueran un pulpo a la gallega. La gente llegaba y me decía: “Ponme los huevos esos tuyos”, hasta que los incluí en la carta con el nombre de “Los huevos de Ramón”. “Los huevos de Álvaro” La tercera de las recetas que engrosó esta lista con nombre propio fue la de “Los huevos de Álvaro”. “Se trata de un cliente que siempre me pedía la misma combinación: huevo frito con tomate y patatas cortadas en cuadraditos, así que no tuve más remedio que fijarla en la carta con su nombre”, explica con sorna el hostelero. “Los huevos de Servando” “Los huevos de Servando” Los siguientes fueron “Los huevos de Servando”, un hostelero de la plaza de San Lorenzo que entró por méritos propios en este singular apartado de la carta. “Él siempre los pedía con tomate frito y chorizo en lugar de jamón, que era como solía ponerlos en aquella época”, recuerda Ramón. Sin duda, es una de las combinaciones más contundentes de esta hilarante relación que responde al nombre de “Los clientes y sus huevos”. A los de Servando siguieron “Los huevos de Melchor”, un reconocimiento póstumo a un señor mayor que solía acudir con su hijo a disfrutar de las viandas de la Abacería y que acostumbraba a tomar un par de huevos con patatas fritas redondas. “Ese es otro de los puntos donde suele flaquear la hostelería, porque cuesta mucho encontrar unas patatas caseras y artesanas”. “Los huevos de John” Aún quedan “Los huevos de John”, un trabajador de Airbus afincado en Sevilla que siempre pedía el pisto con jamón, chorizo y huevo frito. “Éste en verdad era uno de los platos más antiguos que tenemos en la Abacería, ya que cuando no teníamos cocina metíamos una lata de pisto al microondas con un huevo y tacos de jamón y chorizo”. Ahora todo es distinto y tiene el sabor de lo casero y artesano. Y aunque aquí concluye el apartado de “Los clientes y sus huevos” son otras muchas recetas las que llevan a este manjar por bandera, como sus chanquetes con pisto y huevo, bacalao dorado con jamón o una de las novedades más recientes: atún en tomate con verduras, patatas y huevo. Quedan pendientes de incorporar “Los huevos de Jerónimo”, en honor a un cliente que “se los toma de todas las formas posibles”: pasado por agua, frito, cocido, revuelto e incluso en el brandy. Esta alocada obsesión por el huevo no es aislada ni pasajera. El propio Ramón revela que durante su infancia más de una vez consultó a su madre con deseo si no sería posible comer cada día un buen huevo frito con patatas.
3,5€ en El Rincón de León, én Fernández de Ribera casi en la Avenida de Ciudad Jardín la entera con jamón y el café